El cuidado humanizado en pediatría, desde una mirada de un enfermero viejo con más de 20 años de experiencia en la atención directa y en la formación de profesionales

en el pregrado, tratando de explicar dos palabras: cuidado y humanización
Primero, nosotros entendemos que el cuidar es un arte, como lo afirmó Florence Nightingale: “Enfermería, la más antigua y bella de las artes”. Incorporando la imaginación, la mente y el alma a los cuidados de enfermería.

“La interacción enfermera/o – paciente, define al cuidado como un proceso entre dos personas con una dimensión propia y personal, en el que se involucran valores, conocimientos, voluntad, y compromisos en la acción de cuidar. Aquí la enfermería elabora un concepto de idea moral como la protección, mejora y preservación de la dignidad humana” (Rosa Guerrero-Ramírez1 2015).

Ahora, la humanización del cuidado en pediatría requiere un cuidado integral por parte de enfermería, proceso centrado no sólo en el niño/a como paciente sino que también en su madre, padre o cuidador, en fin su familia y el entorno que lo rodea.
Por eso nunca olvidar lo que aprendimos en el pregrado, la tridimensionalidad del ser humano: cuerpo, psiquis y espíritu centrado no solo en el paciente sino que también en su familia, por lo tanto debemos ir más allá, aparte de preocuparnos de lo técnico también debemos preocuparnos de lo humano, esto nos hace diferentes siendo los gestores del cuidado en los recintos hospitalarios.

Humanización en salud se caracteriza por tener un personal empático, colocándose en el lugar del otro, trabajando profesionalmente con cariño y amor. El enfermero/a debe saber lo que está haciendo mirando siempre de frente, ético en su actuar, escuchando con respeto a la familia todas sus inquietudes y temores, explicando en detalle todas las dudas, prestando atención si necesitan algo y consolarlos frente al dolor de tener a su hijo/a enfermo.

El cuidado y humanización no deben ir separadas, por eso al juntarlas: “El Cuidado Humanizado es una necesidad que urge en la práctica profesional y esto se evidencia en las políticas, disposiciones normativas establecidas por las entidades de salud que velan por el derecho de los pacientes y garantizan la calidad del servicio que se brinda” (SALAS 2016).

En una hospitalización pediátrica se ve la ansiedad y angustia de los padres influenciada posiblemente por las creencias que tienen o la impotencia de no poder hacer nada y encontrarse en un estado completamente de dependencia por otros, es aquí donde el cuidar de enfermería se hace preponderante y humanizado. Ruby Vargas Toloza (2007) en su artículo cuidado humanizado hace énfasis a la definición de Natividad Pinto Afanador: “Se dice que cuidar es la esencia de Enfermería, y que el cuidado es el elemento paradigmático que hace la diferencia entre enfermería y otras disciplinas del área de salud”, manifestando además, “cuidar implica el deseo de dar cuidado y de llevar a cabo acciones de cuidado, donde el cuidar es dedicarse a un fin , a la protección, la mejoría y la preservación de la dignidad del otro”.

Dignidad que siempre debe ir asociada de respeto, derecho y análisis profesional por parte de enfermería.

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Mg. Omar Fuentes D.
Enfermero Docente, U. Talca
EU Intensivista Pediátrico