Con Maxi llevábamos muchos meses viviendo en la clínica, cuando nos mencionaron que podía optar a hospitalización domiciliaria, se nos iluminó la cara. Desde Sirak la respuesta siempre fue rápida, cercana y optamos finalmente por irnos a la casa bajo el cuidado de Sirak. Solo puedo agradecer por toda la entrega, cuidados que nos brindaron, las técnicos en enfermería que vivieron con nosotros, que cuidaban a Maxi como si fuera su hijo, recibía sus terapias de lunes a lunes, navidad, año nuevo, eso no importaba. ¡GRACIAS!
